Técnicas de Estudio (II)
Los cinco pasos del estudio
Nosotros los denominaremos así: Prelectura Subrayado Lectura Analítica y Resumen Esquema Repetición mental activa  La Prelectura  sirve para obtener
    la idea global de lo que vamos a estudiar. Es necesario como preparación de nuestro
    intelecto a recibir datos. Hemos de tener en cuenta los siguientes pasos: El Subrayado se utiliza para
    expresar las ideas principales de un texto. Para ello debemos dominar la lectura
    comprensiva, sabiendo buscar y distinguir esas ideas principales y sólo subrayar las
    palabras necesarias para expresar la idea, no frases enteras.  Una vez realizado el subrayado ya conocemos lo que quiere expresar el texto y es el
    momento de, tomando una actitud crítica, comprender, asimilar y relacionar las ideas
    nuevas con nuestros conocimientos anteriores y mentalmente formarnos un esquema donde
    colocarlos, a la vez que nos formulamos preguntas sobre ellos para confirmar o no las
    hipótesis presentadas. Esto nos permitirá efectuar un resumen
    de lo expuesto, en el que: Lo explicaremos con nuestras palabras Seremos fieles al texto Diferenciaremos nuestra opinión de la del autor.  Según hemos ido realizando la comprensión del texto, hemos ido jerarquizando y
    esquematizando los conceptos y este es el momento de transcribirlos en un papel. El 
    esquema  será siempre personal en la
    forma (abreviaturas, sistema de clasificación) pero debe ser fiel a la idea del autor y
    diferenciar nuestra opinión; estará constituido por una serie de palabras-estímulo
    significativas para nosotros y que nos permitirá "rellenar" con el texto
    completo; es también una buena ayuda para la memoria visual. Las ideas principales se
    expresarán a la izquierda para en la derecha colocar las secundarias. Cuando ya lo
    tenemos montado hay que hacer una lectura lenta del esquema junto con una rápida del
    subrayado para ver si lo entendemos. Si hay conceptos repetidos habrá que eliminarlos y
    si hay vacíos, habrá que volver a consultar para completar.  La repetición mental activa  es
    el punto decisivo para el éxito. Si una vez realizado el estudio activo no nos ocupamos
    de su consolidación en la memoria, prácticamente no será útil. Así, utilizando sólo
    el esquema me repito, preferentemente en voz alta, el contenido íntegro del texto,
    consultando donde no recuerde bien y efectúo la repetición las veces que sean necesarias
    hasta sentir los conocimientos bien consolidados. 
      
    1. Conocer el nivel de exposición de conocimientos.
    2. Estilo del autor 
    3. Lectura atenta del título
    4. Conocer al autor
    5. Fecha de edición
    6. Lectura atenta del índice
    7. Lectura del prólogo
    8. Lectura de los títulos y subtítulos de los capítulos
    9. Relacionar mentalmente las ideas nuevas
    10. Recordar de memoria la visión general.
    Estos pasos son progresivos y no siempre deben hacerse todos. Se han de hacer mediante
    técnicas de lectura rápida. 
      
El repaso y el olvido
El repaso nos permite tener disponibles las cosas que hemos aprendido anteriormente y
    es necesario porque las cosas con el tiempo se olvidan. 
    El tiempo ideal para hacer el primer repaso es transcurridas 8 horas y el segundo repaso a
    las 8 horas siguientes al primero. De este modo parece que la posibilidad de evocar lo
    aprendido al cabo de un mes es del 60%. Para que esto sea cierto los repasos deben estar
    bien hechos lo cual significa que una vez efectuado un repaso los contenidos vuelven a
    estar en la memoria al 100%.
    Para repasar hay que:
    1. Escribir el esquema de memoria
    2. Hacer la repetición mental activa mirándolo (oral o escrito)
    3. Consultar con el resumen las posibles lagunas
    4. Hecho esto, repetir mentalmente de nuevo
    5. Aunque es optativo, resulta aconsejable hacerse preguntas de examen y responderlas.
    El método más rápido es el oral (que tiene la ventaja de que aprendes
    "oyéndote") pero si es escrito ayuda al sobreaprendizaje, tan útil para
    memorizar. 
Una equivocación es repasar pocas horas antes del examen todo. Lo ideal sería ir
    repasando o bien cada día lo anterior, un día a la semana, etc...
    Si durante un examen nos quedamos "en blanco", debemos:
No ponernos nerviosos (se debe a una inhibición que paraliza la función de la memoria).
Dejar ese tema y abordar otro.
Buscar ideas relacionadas que nos lleven nuevamente al tema.
No dejar de escribir o de hablar aunque sean divagaciones.
Saber que durará sólo unos minutos y luego nos recuperaremos.
Saber escuchar y tomar apuntes
Todos los pasos que hemos explicado para leer un libro se aplican igualmente en el
    momento de escuchar en clase. Existen unos factores previos al escuchar que son: tener a
    punto el material, tener una actitud de interés y aceptación hacia el profesor, mantener
    una postura física correcta y estar en silencio.
    Asimismo son necesarios otros factores de orden intelectual, tales como saber de qué
    tratará la clase, tomar apuntes y repasarlos en el período de tiempo adecuado. 
Para tomar apuntes de forma efectiva, hemos de ajustarnos a las siguientes normas:
Ordenar visualmente las notas
Escribir sólo las ideas principales
Tomar apuntes en limpio: orden, claridad y subrayado.
Orden para cada asignatura
Letra legible para nosotros (hemos de poder leerlos tan rápido como un libro)
Antes de cada clase hay que revisar los apuntes anteriores.
Escribir literalmente sólo las definiciones.
Anotar las referencias bibliográficas.
Cómo desarrollar un tema por escrito
Un trabajo por escrito puede ayudar al estudiante de tres formas: Le obliga a organizar el pensamiento Le capacita para medir sus fuerzas y descubrir los puntos débiles Puede practicar la redacción, tan útil en los exámenes.  Muchas de las dificultades que se presentan al escribir un trabajo, surgen del hecho de
    que el estudiante no ha planificado cuidadosamente lo que el tema escrito requiere. Esta
    planificación consta de los siguientes pasos: Recogida de material Planificación del trabajo Redacción Nueva redacción Presentación externa  Una vez decidida la naturaleza y el objetivo del trabajo hay que pensar o escribir
    algunas preguntas sobre el tema que nos orienten en la búsqueda del material. Hay que
    empezar rápidamente a trabajar y tener un cuaderno de apuntes donde anotar cuantas ideas
    referentes al caso se nos ocurran. La mayor fuente de información será la lectura pero
    no hay que descuidar otras como las conversaciones con compañeros, seminarios, etc..que
    pueden hacer aportaciones de importancia. Antes de pasar a la confección del trabajo, es necesario: seleccionar el material y
    confeccionar un esquema. Con un esquema bien planificado más las notas extraídas de la
    investigación, se puede comenzar la redacción. Una forma es empezarla por el último
    párrafo del trabajo, porque da buena orientación al escrito al saber exactamente a la
    conclusión que lleva y asegura que el trabajo termine de una forma firme y decidida. Como orientación para efectuar una crítica, están éstas preguntas: ¿Responde el trabajo a la cuestión del tema? ¿Trata los puntos esenciales con la profundidad suficiente? ¿Es correcto y significativo el contenido? ¿Se ha utilizado lógicamente el material? ¿Está cada punto bien ilustrado con ejemplos? ¿Se distinguen las ideas propias de las de otros autores? ¿Se citan todas las fuentes? ¿Es adecuada la extensión del trabajo respecto de su objetivo? ¿Está escrito con sencillez? ¿Está correcto gramaticalmente?  En ningún caso hay que descuidar la presentación externa del trabajo. Una manera de
    motivarnos en su realización conviene pensar en el trabajo, no como un obstáculo a
    superar, sino como un medio de agudizar el ingenio y una expresión personal del nivel de
    conocimientos y comprensión. 
      
      
    En la redacción hay que escribir lo mejor posible pero pensando en rectificar lo que sea
    necesario. El estilo debe ser directo y claro. La composición del escrito debe reflejar
    la estructura del esquema y para ello usaremos títulos y subtítulos. No hay que olvidar
    la ayuda de los gráficos y, algo importante, distinguir perfectamente entre las ideas
    propias y las de otros autores. Al finalizar adjuntar una bibliografía extensa.
    Una vez hecha esta primera redacción es conveniente dejar pasar unos días para volver a
    retomarla y hacer una valoración crítica sobre la misma e inclusive darlo a leer a un
    compañero para que también haga una valoración.
      
Articuló Publicado en Psicólogo en la Red (ciudad futura) por Gloria Marsellach Umbert - Psicólogo